Notas sociales #86
12/03/2024 al 20/03/2024
A la gente a la que le hace falta calle le falta prosa.
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Qué bueno que yo no tengo que escribir para fingir que escribo.
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Normalicen pegar tiros en la pierna como método para aprender a caminar a juro.
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Los enemigos de un escritor son el tiempo y sus amigos.
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Causa gracia las fotos de aire épico que se han viralizado en el gremio de la escritura. Poses como Aquiles, heroicas, como a punto de defender una ciudad amurallada, con la moral como único escudo y una lanza de ética en la otra mano.
No pidan más fotos de autor, que eso es más trabajo para uno, porque siempre nos vamos a ver ridículos.
Y de paso uno parece poeta y no narrador.
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Al escribir pasé de ser el más disciplinado al más holgazán. Quiero estar en todos lados menos de frente al papel; quiero no escribir porque todos lo están haciendo, todos son prosistas profesionales. No quiero hacer nada porque todos están haciendo algo; es mi forma, quizás exótica, de rebelarme contra la marea, contra el circo.
He aquí como justifico mi propia flojera.
Dos líneas.
Trabajo hecho.
Mañana revisaré.
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A veces pienso que el problema es que me cae bien la gente equivocada.
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Estoy solo, hablo solo; en compañía, también.
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Me da miedo a veces estar tan seguro de las cosas porque eso reduce el rango de maniobra para cambiar de opinión. El equivocarme parece una bocanada de aire fresco, una oportunidad de descubrir otros rumbos y otras constantes.
A la vez, no me da tranquilidad el no estar seguro, en quedarme en un terreno tibio que se justifica bajo una pasividad inerte, floja y de acuarela seca.
En total, me siento algo, alguien, cuando abrazo mis convicciones.
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El desamor como una extensión del Abismo.
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El privilegio emocional existe.
No se dejen engañar.
