Notas sociales #73
20/12/2023
En un mundo lleno de inútiles, en donde la incapacidad es lo normal, el que resuelve termina siendo un loco.
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Uno escribe con la oreja.
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«A veces dejo de leer porque me molesta no recordar», dijo la medianoche.
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Pienso de vez en cuando que estas notas pueden ser las últimas. Que pararán en seco, cansadas de sí mismas luego de tanto correr como Forrest Gump, luego de haber ido y venido por cuanta carretera tenga por delante.
Pienso que cuando estas notas se detengan, será en el momento en donde más tenga que decir. Y a nadie le importa cuando uno tiene mucho que decir.
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Me rendí conmigo.
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Leí por allí que los elefantes van a morir en el sitio en dónde se sintieron solos por primera vez.
Siguiendo esta lógica, yo podría morir en cualquier parte, frente a la mirada de cualquiera, sin excepción.
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Las miradas, en dado caso, son las primeras tumbas. Mejor dicho, un intercambio de miradas es el puente directo al sepulcro.
De allí nada regresa.
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Me declaro anarcosentimentalista.
Me declaro trapecista del Abismo.
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Pude ver en vivo a Marky Ramone.
La leyenda.
Es historia de la música.
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Solo irse. Agarrar un bote y que la corriente me lleve mar adentro. Solo irse. Nada más. En el azul horizonte aumenta la esperanza de desintegrarme, de dejar de ser. Ya no más ausencia. Ya no más fantasmas en el parque.
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Tantos creativos que no crean nada para sí, para sus corazones.
