Notas sociales #69

27/11/2023
Desconozco de qué se alimentan las buenas noticias. Todo está siendo tan pasajero, que es imposible no confundir la caricia de la maravilla con un espejismo. Todo se desdibuja, se vuelve una mancha sin aparente rastro del bosquejo original.
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Cada mañana es una nueva dolencia. Dolores en el pecho. Dolores de cabeza. Dolores en el cuello. Un tambalear que visto desde afuera es un baile carnavalesco, sin prisa y pesado; dejo registro a sabiendas de que una mejoría es posible solo sí me largara hacia otros horizontes.
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Fíjate en las grietas de mi rostro.
Son despedidas en silencio.
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He perdido el rastro de las dinámicas sociales. ¿Cómo se inicia una conversación? ¿Cómo invitar un trago sin que se piense que vas a envenenar a alguien?
Repito: todo es culpa de no levantar la vista de los teléfonos.
Mirar a los ojos. En todo momento.
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El buen comediante es alguien que se toma en serio el absurdo.
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Estamos rodeados por bibliotecas. No todas contienen libros, pero sí historias a las que solemos volver, tanto para intentar olvidarlas o porque nos hemos vuelto adictos a no percibir el presente. Resistimos avanzar al ritmo del mundo.
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Se incendió el bosque.
Mariposas vestidas
con la naranja túnica de las cenizas.
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Me publicarán un libro el miércoles, en la UCAB. A las 9am. Deberían ir.
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Me he rendido de la gentileza de los demás.
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Incapacidad de sentir que merezco piedad.