Notas sociales #67

17/11/2023
Hago un repaso de las notas viejas de hace un par de años. Empezaron siendo pequeños ejercicios en prosa, intentos imitativos de una poética ramosucreana — si vale el término — . Luego, la misma prosa emigró a fragmentos de los fragmentos, descartes de aquellos párrafos, marginalias de la connotación.
La naturaleza del diario surgió en algún punto, quizás en los tiempos muertos en los que no escribía ficción, en las horas baldías de la pandemia, en los desencantos de la vida amorosa, en la deshonestidad para conmigo, en la influencia de G. La verdad: no lo sé.
Ahora se mueven con cierta libertad racionalizada, siendo notas que reflexionan sobre sus mismas notas, que dan vueltas sobre los tópicos que más o menos me interesan, que giran alrededor sobre lo que no me importa. Es el ordenamiento de una cosmogonía mental que intenta abrirse paso en la hostilidad — palabra que me resuena muchísimo por estos tiempos — de las redes, del mundo interpretado, de la calumnia individual.
También, y no lo niego, siguen siendo ejercicios de escritura; desde esta perspectiva no tienen un fin más que estimular la memoria muscular del teclear, de juntar un par de palabras, de explorar alguna metáfora o anotar alguna idea al azar.
Al fin y al cabo, son notas, reflejos de un espejo roto.
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Mariana Enríquez es quizás la autora más importante de Hispanoamérica.
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Lista para próximos tatuajes basados en waifus. Brazo izquierdo:
· Asuka
· Sailor Venus
· Sailor Mars
· Faye Valentine
· Lina Inverse
· Morrigan
· Marin
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Pienso que el arte sin educación es un puente construido a base de ramitas.
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El autodidactismo es educación.
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En Latinoamérica no hay Ítacas.
Solo Cubas.
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Me inclino a pensar que la construcción del mundo secundario en Fantasía es un ejercicio de exploración, que eventualmente lleva a dotarse a sí mismo de vida por medio de la palabra. No sé si es más sencillo, confieso, pero mi intuición jala hacia allá.
Lo verosímil en dado caso, es el encantamiento lingüístico, no sus sistemas políticos, sociales o «mágicos». El encantamiento también es descubrimiento. He allí la maravilla. La luz refractada.
Así como un Western no se debe a los vaqueros peleando en un bar, la Fantasía no se debe a sus dragones.
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Vivir es encadenarse a una tristeza en particular, tal como lo haríamos al Zahír.