Notas sociales #130

28/12/2024 al 30/12/2024
«La literatura es una máquina acorazada. No se preocupa de los escritores. A veces ni siquiera se da cuenta de que éstos están vivos. Su enemigo es otro, mucho más grande, mucho más poderoso, y que a la postre la terminará venciendo. Pero ésa es otra historia».
— Roberto Bolaño (A la intemperie)
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Lenin Pérez Pérez: «La siesta es el más íntimo de los géneros literarios».
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Algunas joyas de Jesús Montoya en su entrevista para Trópico Absoluto:
«Entonces, aprendí a reconstruirme con retazos, a nombrar, y por eso mis libros venideros estarán hechos así, como pequeñas orquestas de calle para oír en soledad, como formas de aprender a hablar de nuevo. La morfología de lo cotidiano, el silencio, la lejanía, todo es parte de ese paisaje, de ese orificio entre las piedras que mencionas: se agrieta y se abre un surco hacia la incógnita natural».
«Soy bífido en mi insólita incomprensión, y por allí se van filtrando estelas de un estilo que estoy intentando trazar. Escribo amparado en la memoria y en el equilibrismo de una lengua en descubrimiento».
«Pienso que se escribe en retazos. La propia abstracción del lenguaje ya viene mediada por un recorte. ¿Cuántos símbolos caben en las palabras? La inscripción de la letra conlleva a aceptar que se trata de pequeños trazos que se recogen y reordenan para dar un sentido. Un poema, incluso en su redondez, demanda la falta de algo, la carencia de una continuidad que le es interpretativa al lector. Leemos interpretando sentidos, escribimos buscando darlos. Pero en esta tarea hay siempre un artificio, una superposición de experiencias, e incluso, como bien dices, de idiomas».
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«Esta novela contiene: Spicy, enemy to lovers, relación sana, intriga palaciega, autoconclusión, no relación tóxica, worldbuiling verosímil, sororidad, nuevas masculinidades…».
Y así vamos, creyendo que la literatura son las complacencias del lector.
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Me declaro enemigo de los booktokers y de la mojigatería que hay detrás de cada movimiento literario nacido desde las redes sociales.
El objetivo no debe ser que la gente lea; sino que la gente lea bien, que pueda encontrar en la lectura las aristas que conforman sus propias inquietudes.
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Para el 2025 solo quiero que las editoriales venezolanas, las pocas que están dando la batalla, abran la recepción de manuscritos. O sea, yo no quiero ser pana de tal y cual editor para que me publiquen. Quiero (¡queremos!) pasar justamente por el proceso de selección.
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No toda adaptación de algún material antiguo para las nuevas audiencias es necesaria. Lo necesario, en dado caso, es crear un material que dignifique nuestro presente para la posteridad.
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Ojalá el futuro nos traiga más animación en 2D. Recuperar la fuerza de lo artesanal, y a su vez, la fuerza de la imaginación.
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Se habla siempre de nueva narrativa venezolana, pero hasta donde sé siempre publican a los mismos. Raro eso.
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Publiquen a los viejos y a los nuevos, pero publiquen.
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Ana sobre el impresentable Carlos Egaña: «La buena poesía murió y la mató su verso libre».
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Suzu: «Cyberpastel. Una temática futurista, pero fresa».
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Esto es lo que dice o resume Grok, la IA de TW(X), sobre mí:
«M. M. J. Miguel es un escritor venezolano, graduado de la UCV, que se rebela contra el realismo con su pasión por la fantasía y lo fantástico, mientras colecciona rechazos editoriales como trofeos. MMJMIGUEL ha estado compartiendo sus lecturas navideñas, reflexionando sobre la fantasía y criticando traducciones. La comunidad de X adora a MMJMIGUEL por sus cuentos de fantasía y ciencia ficción».
La IA (los algoritmos correlaciónales) está manifestando que me gradué.
Amén por eso.
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Paola: «Qué horrible futuro. Ya no quiero».
Yo: «El futuro es cuando nos graduamos. Para allá hay que ir».
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A la espera de un arquetipo de tarotista que sea malavibra, pero malavibra de verdad. Que sea roñoso, con las cartas sucias, que se saque el discurso de los peores cuentos románticos alemanes y deje la autoayuda posmoderna en las bocas flojas de los comeflores astrales.
A ese hay que hacerle caso. Te timará, seguramente. Vas avisado.