Notas sociales #125

M. M. J. Miguel
3 min readJan 14, 2025

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A quien corresponda

05/11/2024 al 13/11/2024

En el cumpleaños de Paola:

— Dalí, gradúate, por favor. Es hora. — dije.

Yahnis rematando:

— Voy a ser la segunda novia que se te gradúa, Dalí.

Leído en Tw(X): «Tolstoi leyó madame bovary de flaubert, se copó y después escribió ana karenina. eso hacen los grandes: traducen, copian, homenajean. si te creés original es porque te falta calle, lecturas, roce y garche. humildad, respeto y trabajo».

«Contra todo, la literatura trata de mantener vivos ciertos valores mientras retrata, sin quebranto para el arte, la tragedia de un país en bancarrota».

— Carlos Sandoval

Paola: «(es)taba del verbo conocí la realidá y me ajusté a ella».

Disípate, José Miguel. Solo así se romperá la ilusión, esta existencia impuesta con saña, en donde no hay nada más que Abismos incurables.

«El poema engaña.

En sus formas casi nunca está la poesía.

¿Qué es lo narrable en una época en la que los mensajes viajan a la velocidad de la luz?».

— Roberto Echeto

Todo tiempo presente es una estafa.

MLA o bala, dice Yahnis.

«Se encontraron y desencontraron muchas veces más, estando en la misma ciudad y en ciudades distintas también, porque no son las distancias las que definen el lugar donde se abrazan dos personas que se quieren.

Hay historias que se escriben solo con lo que no se sabe. Apenas con un puñado de recuerdos como piedritas en el río, y un impulso del corazón hacia adelante, siempre a tientas».

— María Florencia Gattari, Piedritas del río

Un libro nuevo debería suponer felicidad. Los elementos y el hado, por su parte, supone para mí un recordatorio de que pertenezco a una cadena en donde soy el eslabón más débil. No confundir este achaque a ningún síndrome impostor o decadencia lastimera. De forma genuina pienso que mi cuento empava el trabajo de mis colegas.

A ver, este es otro de esos cuentos míos que no se entiende, que no se sostiene por lógica, inconexo en hechos, imágenes y sensibilidades. Es un cuento que recibirá burlas; y en el mejor de los casos, desdén. Hablo de «Las cosas que encontramos en el fuego», clara referencia a la Enríquez. Que me perdone la señora si llega a leerlo.

Fueron cuatro días de gira literaria. Hablamos sobre las bondades ilusorias del escribir, el intercambio lingüístico unido por Dante, Baricco, Salgari, Collodi, Pavese; entre pretensiones intelectuales sin dirección, entre las incomodidades y adjetivos cansinos que me hastían de toda movida literaria, de toda esta movida literaria emergente, nueva, como quieran llamarla, donde siquiera me siento como uno más; donde, a riesgo de quedar como un pedante, no encuentro un par en las trincheras de la imaginación fantástica.

No vean mis cuentos como promesas. Véanlos como despedidas.

Puede que esté siendo duro conmigo mismo. Fueron buenos días. Agradezco que el libro exista, con mi nombre en el papel. Agradezco manosearlo como un sádico convicto. La única promesa que debería existir, posiblemente, es que la próxima historia salida de mis tripas será mejor, y que se viciará por el afán de que alguien medio conozca mi nombre; quiero llegar al punto en que mi biografía solo diga que escribo en el tránsito cansino que me supone existir.

Yo no necesito que conozcan mi nombre.

No soy títere de mí mismo ni de las tarimas que supuestamente quiero alcanzar.

Me repito, y que quede bien claro: Yo no escribo para fingir que escribo.

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M. M. J. Miguel
M. M. J. Miguel

Written by M. M. J. Miguel

Entusiasta de las artes escritas y sonoras. Recolector nivel experto de rechazos editoriales. Pirata de tierra firme. Letras UCV.

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