Notas sociales #124

M. M. J. Miguel
2 min readJan 7, 2025

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A quien corresponda

24/10/2024 al 04/11/2024

La madrugada siempre origina preguntas.

Peggy sobre Castillo Zapata: «Yo no tendré su trayectoria pero tengo pelo».

Hoy en una librería:

— Ah, ¿eres cuentista?

— Se intenta.

— Dame tu número. Estoy buscando gente para dar clases de inglés.

Se lo di porque chamba es chamba.

En la búsqueda de humanidad extendemos esta falta a los medios digitales. ¿Cómo no leernos como autómatas, abandonados de alma? Creados sin ella, carentes de los dones que proporcionan la panorámica, a veces inalcanzable, de toda la existencia.

Todo error tipográfico es un rastro del tren motor, de la torpeza del cuerpo, al seguir el pensamiento, al lenguaje que surge desde nuestra vasija mental.

Entonces, sobre lo anterior, el corrector de estilo debe actuar como un buen cirujano.

¿Cuándo será el día en que vea un cuento mío publicado y no me dé vergüenza, que no piense que es un cuento fallido, que es un borrador de algo más, que no tiene siquiera la astucia de mis contrapartes?

Cambiemos el sintagma muerte del autor por muerte de la consciencia. Corresponde, creo yo, a los tiempos en que nos fragmentamos y desvinculamos incluso de nuestras extensiones emocionales, cotidianas y colectivas.

Quizá el gran próximo paso de la literatura sea fundamentarse en una obra sin consciencia.

Cuando la psicología somete la literatura a una sesión de terapia me doy cuenta del afán del mundo contemporáneo de parchear todas las fugas que él mismo ha ocasionado. La búsqueda de traumas en la ficción solo revela ansias de justificar los propios, a sabiendas de que la distancia entre ambos mundos, el real y el ficticio, es abismal.

La literatura no puede someterse a terapia. No puede someterse a remaches. Deseo que todo lo que pueda arreglarse esté fuera de ella.

El problema, ahora lo veo, es hablar de la literatura como la gran abstracción de las artes. Eso sí, me cuesta, llevarla al plano material, pues el encanto que esta me produce está en lo inentendible — pero genuino — de sus modos, de sus proezas.

Más vale ser inentendible y real, que concreto y falso.

(Allí va la pildorita de autoayuda contra mis enemigos ficticios).

Mi biblioteca se llena de diarios. Es una biblioteca dedicada al chisme, mi género favorito después de la Fantasía.

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M. M. J. Miguel
M. M. J. Miguel

Written by M. M. J. Miguel

Entusiasta de las artes escritas y sonoras. Recolector nivel experto de rechazos editoriales. Pirata de tierra firme. Letras UCV.

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