Notas sociales #122

M. M. J. Miguel
3 min readDec 24, 2024

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A quien corresponda

14/10/2024 al 18/10/2024

«¿Qué es el amor? La necesidad de salir de sí mismo. El hombre es un animal adorador. Adorar es sacrificarse y prostituirse. Todo amor es también prostitución».

— Charles Baudelaire

Daniela L. Guzmán: «Uno no debe escribir sobre lo que sabe, sino sobre lo que no entiende y le gustaría entender».

Trágame tierra y escúpeme en un concierto de Yoasobi.

Soy mi propia República porque a este país mío le perdí la fe. No la llamaré refugio. No la conduciré a tan baldío término, cuando lo desolado yace allá afuera, sin resguardo.

Todos mis referentes están muertos o son extranjeros, lo que me convierte a mí — y a mi estética — en un ánima que vaga entre pantanos. Crecer literariamente, si podemos decir algo al respecto, ha sido siempre condenarse al malentendido.

Aquí en las cercanías pocos hablan la lengua de las Hadas. Hay, tal vez, acercamientos, alguna que otra arista que coquetee con ciertas ideas, ciertos temas, pero al final del día el Bosque no haya traductor, el Encanto se desvanece para quien no puede siquiera pensarlo más allá de un tropo.

¿Qué importa el Ceretón, el Momoy, si no podemos nombrarlo?

Eso sí: aquello que no tiene nombre no carece de lengua que lo materialice. El escritor de Fantasía debe, ante todo, penetrar en lo innombrable con el lenguaje del Reino Peligroso.

Un relato ofrece la seducción de los viejos tiempos.

Validar una emoción no es aplaudirla ni pasarse de alcahueta. Es darle un espacio para que no se reniegue y se entierre en lo más profundo de nuestra indiferencia.

Dicen que el mito una historia que cuenta un origen.

Yo pienso que los mitos son las historias que crean el origen.

El verdadero mal de la posmodernidad es el spoiler, el adelanto malintencionado. No creo en la inocencia de vociferar el comentario de una obra de ficción que a duras penas se está emitiendo. Si no es el algoritmo quien en su desaforo opta meternos contenido por todos nuestros huecos, es algún otro inepto de la comunicación en redes.

Las vísperas de un nuevo lanzamiento editorial (Los elementos y el hado) traen consigo muchas tormentas, entre las clásicas llorantinas mías de creer que no merezco un lugar entre las páginas del libro, o el otro extremo: experimentar la soledad de no pertenecer visiblemente a una corriente literaria nacional.

Se viene lo típico: justificar mi convicción estética, distanciarme, asentir a veces por conveniencia y fingir, fingir, sobre todo fingir, que me importa en lo más mínimo que mi nombre resuene en la movida.

Bueno, puede que me importe un poquito, pero hasta ahí. Yo solo quisiera que mis palabras no sean grabadas en un currículo digital o que se me vea como un mercenario al servicio de aquellos que no tienen la imaginación suficiente para caminar por El país de las Hadas.

(Mayale interrumpe esta nota diciéndome que a ella sí le importa).

¿Cuántas veces han emigrado de TW(X) y cuántas veces han regresado? Ya parece necedad, ya ni es pescar en el río revuelto, sino ser parte de él.

Todo lo que haya fundado NK/CK fue con plata (robada) venezolana. Dejen los delirios de grandeza.

«La humanidad, que antaño, en Homero, era un objeto de espectáculo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora en espectáculo de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden.»

— Walter Benjamin

¿Estos diarios serán tweets disfrazados de «quehacer literario»?, ¿filtrados, si acaso, por la noción de que no estoy limitado por el medio más que por mi propia forma de fragmentarme el pensamiento?

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M. M. J. Miguel
M. M. J. Miguel

Written by M. M. J. Miguel

Entusiasta de las artes escritas y sonoras. Recolector nivel experto de rechazos editoriales. Pirata de tierra firme. Letras UCV.

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