Notas sociales #114

M. M. J. Miguel
3 min readOct 31, 2024

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A quien corresponda

18/08/2024 al 23/08/2024

A veces siento lástima por los chapas. Qué feo sentirse odiado en cualquier sitio al que llegues; saber que detrás de cada comentario hay miedo, asco. Qué asco ser un brazo del miedo. ¿Quién puede vivir así? Ojalá, algún día, el mal puro solo exista en la literatura y en la religión

Nos levantamos de la mesa minutos después de que llegaron. La última cerveza me supo amarga.

Tener una pasión momentánea es el más rotundo de los fracasos.

Leer a los grandes no me acercará a ellos, no me hará escribir como ellos. Al contrario. Creará un vórtice entre nosotros, una gran distancia, horizontes indivisibles. En el peor de los casos me clavaré a la tierra, condenado a permanecer, perecer, como todas las cosas destinadas a pensar.

Hay ocasiones en que leo en tono de broma que «si X saliera publicado/televisado hoy, sería cancelado», y esto me lleva a pensar que efectivamente estamos en una era de decadencia que no distingue — siquiera permite — la ficción. Se está matando la experiencia estética bajo la excusa de los contextos socioculturales contemporáneos.

Contra esto vienen las excusas disfrazadas de la libertad de consumo, libertad de vivirse los productos como se vengan en gana, que cada sociedad tiene derecho a elegir el tipo de arte que desee abrazar y otras marometas retóricas, que en el fondo, cultivan el oscurantismo y reniegan el problema en donde hasta un comentario inocente puede convertirse en blanco de censura o de la defensa mediática de una globalización que nada le hace bien a las artes.

Ojo pelao. Yo no distingo entre alta y baja cultura, ni masificación pop, ni nada sacado de los bolsillos de Adorno. Eso sí, distingo entre un fenómeno masivo y un fenómeno estético, y concuerdo en que no son incompatibles, pero rara la ocasión en donde se dan la mano.

Me cuesta trabajo entender que se pueda luchar contra la hegemonía opresora desde la ficción, incluso queriendo cambiar la forma en que esta se hace. Si bien la literatura es un medio que se abre camino entre la estupidez, que agrieta las marañas del poder, también es un medio susceptible al panfleto.

Acabo de leer a Teresa Mulet: «Las artes son testimonios vivos del transitar de la humanidad, que ofrecen el espacio para el siempre valioso juego del diálogo, para construir juntos la sociabilidad humana».

Eso, eso.

Si estos son mis únicos temas, ¿qué sentido tiene llevar un diario si nunca hay cambio?

Toca de vez en cuando seguir el rastro de las convicciones pasadas. Volver a los primeros textos.

Es obvio. Las actas están en el Esequibo.

Luis Garmendia:

«Hoy me sorprendió un recuerdo muy antiguo:

Mi maestra de segundo, la señorita Elvia, grado me hacía la señal de ponerse un cierre en la boca para no hablar y yo le contestaba que no tenía yo ningún cierre, que conservaba la posibilidad de abrir la boca. Ella me respondió que debía usar mi imaginación y yo le dije que no podía.

Mi imaginación me servía para causar un rayo quebradizo desde mi pistola de juguete a un soldadito que era un monstruo espacial, no para cerrarme la boca. Obviamente, no debatía yo una cuestión de principios, tenía que ver con mis conceptos más primigenios sobre imaginar».

Amargura en tiempos de neochivatos.

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M. M. J. Miguel
M. M. J. Miguel

Written by M. M. J. Miguel

Entusiasta de las artes escritas y sonoras. Recolector nivel experto de rechazos editoriales. Pirata de tierra firme. Letras UCV.

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