Notas breves #23
#23
Alquimia de espasmos que recorren la brisa. Vuelan las hadas sobre abedules encendidos. El relojero sin tiempo tarda en hablar; prefiere el silencio, en espera de las cenizas de aquel otro mundo, de aquella vieja coja, renqueante de charcos mohosos. Se abre una puerta de infinitos andares hasta la Fuente de todos los nombres. Ella apacigua la bruma caliente; la sirve en un cáliz de hueso y bebo hasta que la inconsciencia me calme.
Despierto cubierto de espinas, nacido solitario en el musgo. La tríada solar marchita las aguas de donde beben escorpiones. Los tentáculos del alba emergen de una ceguera profunda y rompen las últimas canciones del bardo descorazonado. Quedan las montañas de acero y el silbido tenue de un hombre en llamas al pie de un árbol de metal.