Notas breves #20
#20
Los túmulos se levantan al caminar sobre cerúleas rutas. Hay un graznido que me remite a una brújula que apunta hacia cardinales desterrados. Reniego, nuevamente, de un silbido, de una llamada, de esa cuerda ígnea que todavía persiste en rodearme y cauterizar mi paso por este mundo indeciso.
El hierbajo se ve a sí mismo como un prestidigitador que alza puentes frágiles como las promesas de la adultez. Crece, consume, como una ponzoña medular que rasga hueso a hueso sin conformarse, puesto que las grietas, de todo tamaño y color, son su mayor premio.
Hay un rey sin corona que dicta, desde un trono de asperezas, indultos al caos, permitiéndole vagar en libertad, asomarse por las ventanas y entrar en nuestras moradas. Deja ver sus capullos en los resquicios más iluminados de la habitación, a sabiendas de que su sola presencia ya paraliza la posibilidad de exterminarlo.
Solo se duerme cuando nos rendimos culto
porque somos el dios sin libación.