Notas breves #13
#13
Y es que transitar por caminos que no existen, hacia hogares donde nunca he vivido, es mi segundo oficio. Recuerdo momentos que brillan por su ausencia y lleno mi biblioteca de historias jamás escritas. Debí cruzar algún sendero sin rastro, confiando, ingenuamente, en mi intuición; pues ahora, con el fango al cuello, espero que la asfixia de la (in)cordura termine de clavar sus esquirlas en este despojo que alguna vez quiso volver a empezar.
No hay palabra más afilada que la que no se dice, pero pienso que no hay palabra más venenosa que la que se espera; y esta, al no llegar, va gangrenando lo que sea que llamemos alma. Esta enfermedad a la que no encuentro cura se llama Vida, y parece condenarme a un teatro de marionetas de cuyos hilos quisiera colgarme, deshaciéndome, al menos, de mi propio mal llamado Expectativa.
Repisas, baúles y basureros; todas iguales, todas tumbas, acumulo el polvo nacido de la indiferencia, como caspa. Se ha decidido que esta funda no necesita actualización de software. Déjala allí a merced de las quimeras, y quizá la negrura de un temblor le revoque la estupidez.